Si tuviera que recomendar un único sitio para visitar en Santiago de Chile, la respuesta sería sencilla: el museo de la memoria. Un nombre curioso para un museo, si se piensa detenidamente. La memoria no es confiable, eso todos lo sabemos desde jóvenes, cuando nos traiciona durante algún examen escolar. Con los años los recuerdos se modifican, se tergiversan, o peor aún, se olvidan. Este edificio de fachada simple, guarda dentro un trozo de la memoria colectiva de este país, que el mundo entero no puede permitirse olvidar jamás.
Vista externa del Museo de la Memoria.